miércoles, 10 de diciembre de 2014

Gimnasio Maravillas, de Alejandro de la Sota







Parte del Colegio de Lasalle construido en 1962 en las proximidades de la Castellana, esta construccion puede verse como un gran ejemplo de lo que el mismo arquitecto, Alejandro de la Sota llamaba "ocurrencias". Este arquitecto, enemigo de trabajar en los despachos y amante de lidiar con los problemas arquitectonicos a pie de obra, juega con el techo, hace un gimnasio o que integra las aulas en el aire. Un interior vaciado que facilita el movimiento de los alumnos que practiquen deporte en el complej; simultaneamente otros alumnos pueden recibir clases en el aula que se encuentra integrada en el techo.

La misma disposicion del aula facilita la perspectiva del alumno, aprovecha la luz, y convive con el espacio del gimnasio. Alejandro de la Sota no proyecta en palabras de José Llinas con sistmas compositivos sino con materiales. Así, toma una cerca y la invierte respecto a su posición convencional. Permite hacer de esta azotea un aula utilizable, consiguiendo en palabras del mismo arquitecto una humilde y sincera estética basada en la veracidad de la expresión.

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